Después de lograr que el festival no se unificara con jazz y Colombia al parque y evitar que formaran un #SancochoAlParque, después de que cambiaran la fecha una vez más ya que tradicionalmente se celebraba en agosto, en 2015 cambiaron a mayo y este año querían programarlo en septiembre, pese a que nadie apostaba por la nómina que se presentaría y una vez conocida los gurús de la salsa no auguraban más de 15.000 espectadores, se realizo el XIX Festival Salsa Al Parque que como en tiempos lejanos trajo un invitado internacional de nueva generación para mostrar su trabajo Palo!, quienes trajeron una nueva propuesta la cual puso a gozar al público Bogotano y que como diría Fernando España en uno de sus artículos

“Cinco gatos muchas veces maúllan mejor que una orquesta con más de una docena de integrantes”

PALO!

A pesar de que los mismos salseros nos encargamos de reclamar solo Salsa Dura sin tener en cuenta a las nuevas generaciones que están trabajando también para que esto no muera con propuestas serias y bien elaboradas, con un encuentro de Melomanos y coleccionistas organizado por la unión y esfuerzo de todos los diferentes integrantes de asociaciones e independientes que hace mucho tiempo no se veía y el cual fue cancelada unas horas antes por Idartes, pese a la falta de respeto con el género, con el salsero, con el espectador que acude año tras año a llenar el lugar que cambian a su conveniencia y gusto, allí llegamos a apoyar lo que la gerencia de Música de Idartes pudo organizar ante su desconocimiento conceptual, espectral y global del fenómeno salsero, así como de la misión y los objetivos del certamen bogotano como se nombra en el artículo Salsa Al Parque Carece de Curaduría.

“A pesar de la lluvia, del pesimismo e improvisación más de 55.000 almas gozaron una vez más lo que nos queda del festival #SalsaAlParque”

La Crónica:

A pesar de la fuerte lluvia de los días del Festival de Salsa al Parque 2016, viernes 18 y sábado 19 de noviembre, el agua no impidió que más de 55 mil fanáticos asistieran a mover el esqueleto, azotar baldosa y a pregonar con sus gritos su gusto por este género universal. Esta vez la Plaza de Bolívar se vistió nuevamente de “bailarina salsera” para dar cabida a 17 agrupaciones con feeling bogotano, nacional, extranjero, y al fabuloso DJ El Chino, el man de Cali, que ayudó a calmar el frío intenso con su programación musical.

Viernes 18 de noviembre; 12.45 pm:

Solo caminando por la calle mirando la tristeza de esta lluvia me desplazo desde el barrio Germania hacia la Plaza de Bolívar y ya me dice mi memoria: “Lluvia” de Willie Rosario. Deseando sin más preámbulos la apertura del Festival de Salsa al parque en su versión 19.

La lluvia fue en un comienzo incesante y el inicio del evento se retrasó. Los medios de comunicación aguantamos agua ventiada como capricho de fanáticos salseros. La lluvia mojó mis pies al tiempo que la salsa empezó a sonar en la tarima ubicada frente a la Alcaldía mayor de Bogotá con la agrupación “El Flaco de la salsa”.

La esperé como siempre parado frente a la tarima y no vi al cielo transformarse. Estaba de sombras cargado con un llanto burlón, que se mezclaba con este ritmo universal, borrando mi desconsuelo por la lluvia de saber que el concierto empezaba ya y la lluvia al parecer sacaba la tristeza y consolidaba la alegría de escuchar a cada grupo con su forma de interpretar cada salsa, arrancando a todos los presentes sus penas y sufrimientos porque esta música es un alivio para el alma en cualquier condición climática.

Lluvia tu que caes del cielo regando mis pies de dulce humedad, borra mi desconsuelo, porque solo caminando por las calles del centro de Bogotá y mirando la alegría de esa lluvia salsera nos mojó a todos los espectadores a causa del tropel de grupos que programó Idartes para el 2016. El Flaco de la Salsa, Aguanilé (Medellín), La salsarock de la Muérgana, Mauro Castillo, Bendito Parche, Septeto Santiaguero de Cuba, La Cordobán Orquesta y el cierre del Popular cantante Isaac Delgado de Cuba.

Fotografías HD Aqui…

Sábado 19 de noviembre; hora 1 pm:

De manera recursiva igualmente como había avizorado el clima del día anterior recurrí esta vez a llevar zapatos de suela de caucho para evitar así la humedad de la lluvia que a esta hora aún seguía cayendo en el centro de la capital Colombiana cuando ya comenzaba de nuevo la programación salsera del festival. No pude en ningún momento evadir la canción de Willie Rosario: De nuevo acudía mi memoria auditiva y la ponía a sonar en mis tímpanos bajando desde el parque de los periodistas hacia la Plaza de Bolívar:

“Caminando por la calle la lluvia me está mojando, a ver si me quita la tristeza de nuevo y esta pena de amor a la salsa que me está matando y que no puedo con ella”.

La lluvia y la salsa me ponen melancólico. Cuando cae lluvia del cielo así y no puedo sonreír es porque la salsa de verdad que pega duro, sin medir condiciones de todos los participantes musicales del festival de Salsa al Parque 2016 que el sábado arrancó en su orden con el Conjunto Tahona, Belembé Latin Groove, Azul Trabuco, Palo de Estados Unidos pero con sabor cubano, Olga Castilla y su Tropa, Willie García (Niche y Son de Cali, ahora solo con su Orquesta), La Orquesta Femenina de Salsa “Caramelo” y el remate prodigioso con Los Hermanos Lebrón, que son hermanos de música y de vividero ya que desde hace muchos años se instalaron en la ciudad de Cali.

Así caiga la lluvia de forma masiva, truene y relampaguee en cualquier escenario siempre el público salsero de Bogotá, de Colombia y del mundo entero acudirá a saborearla, porque la salsa apaga la tristeza, la melancolía, las penas de amor, los problemas sociales, por un instante de música efímero, que nuevamente representa la gran fuerza de este movimiento social, psicológico, antropológico, lingüístico, etc; cuyo nombre “Salsa” no tiene edad y es una sola generación, la del fanático que baila o del que la canta o de quién la interpreta y esta edición 19 del Festival de Salsa al Parque sigue corroborando que la salsa es una institución musical en Bogotá, en Colombia y en el universo.

Agua que cae del cielo que siga mojándonos y que limpie el desconsuelo, pero agua lluvia, no borres la salsa porque la llevamos en el alma hasta sentir que morimos por dentro al gozarla en baile y canto. Y así como vimos el cielo en este Festival pueda que llueva en muchos festivales más pero el agua no podrá apagar el sentimiento y el goce pagano de la salsa.

Basado en la letra de Lluvia de Willie Rosario.

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Desde ya los salseros reclamamos unos 20 años llenos de pura sabrosura.

Articulo Por, Mauricio Murillo y Alexander Montenegro – Fotografías Por: Michael Arias

Hard Salsa Bogotá